Esta semana que terminó estuvo colmada de diversas emociones, entre ellas la inmensa alegría de contar en los altares con otro santo Salesiano, otro ejemplo de bondad y vida apostólica, que habiendo nacido en Italia vino a tierras americanas a cumplir su misión de acompañamiento y devoción a los más necesitados, quienes encontraron en su presencia, su palabra, su mirada, su acompañamiento contínuo, esa presencia, esa mirada, ese acompañamiento de Jesús, el pastor que conoce a sus ovejas por su nombre.que las busca y reconforta.
Estamos pues muy alegre por este ejemplo de Santidad.
A continuación se puede observar el momento de la ceremonia del pasado Domingo en Roma.
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